viernes, 7 de febrero de 2014

Desde el cansancio infinito

Cansada,
cerrada la contraventana
de mi balcón,
escribo tras la jornada.

He dejado en mi sillón
cosas que necesitaba
para seguir con la acción,
que ya no puedo, cansada.

Y fuera el día se apaga
mientras sueño en la ilusión
de levantarme mañana
sin tristezas en el alma,

el alma cansada,
triste siempre sin razón...

A. López

No hay comentarios:

Publicar un comentario