En un sueño

Cae la tarde de verano...
Agosto ya está empezado
y va pasando en un sueño
de días algo incompletos...

No se avanza en el calor
de las tardes tan brillantes
en que cada breve acción
parece sólo un instante...

Cae la tarde de verano;
ese sol ya se ha marchado
y el día fue sólo un sueño
que ha pasado en el silencio...

A. López

Hace sol...

Es verano.
Todo igual pero distinto;
quizá ese amanecer de mañana
traiga más trabajo...

Más qué hacer en cada día
de la vida que vacía
se ha quedado...
Es verano...

La ciudad y todo el mundo
poco a poco van marchando
hacia las playas doradas
y hacia los montes más altos...

Y en la ciudad sólo habrá
extranjeros paseando,
el carterista poeta
y algún genio despistado...

Es verano... Hace sol
y brilla desde lo alto...

A. López

Pasa la vida sola

Pasa la vida;
pasa como esta tarde, sola
y luchando con mi sonrisa
con tantas cosas...

Poco a poco se irá el día
con esos colores rosas...
Y en la madrugada mía,
tras una noche corta,

escribiré poemillas
desde esta vida tan rota
y a la vez tan, tan sencilla
que me parece aún hermosa...

Pasa la vida;
pasa como esta tarde, sola...

A. López

Mañana

Y mañana, sí, mañana,
recomenzaré de nuevo
a luchar por la victoria
en cada paso certero

Y mañana, sí, mañana
se irán cumpliendo los sueños
con los pasos que dí hoy
y con los que daré luego.

Y mañana, sí, mañana
amaneceré sonriendo...

A. López

Tan cansada...

Y sentada en el sofá
fueron pasando las horas,
con algún rayo de sol
para animar mi congoja...

Porque he de perderlo todo
si quiero salvar la vida;
todo un mundo de recuerdos
en que sin saber vivía...

Me siento morir a ratos
y parece que no es broma:
esa muerte se retrata
en pruebas que se dislocan.
Y sentada en el sofá
no sé si quiero pensar...

A. López

Este trocito de sol...

Ese viento de la tarde
anda empujando las nubes
y este sol se me ha asomado
con sus rayitos que suben

ese ánimo tan triste
que he tenido últimamente,
del que no me despejaba,
que era una pequeña muerte.

Y revivo en este sol
tras un día entre los fríos
de tener cansada el alma
y el cuerpo ya adormecido...

A. López

Desde el cansancio infinito

Cansada,
cerrada la contraventana
de mi balcón,
escribo tras la jornada.

He dejado en mi sillón
cosas que necesitaba
para seguir con la acción,
que ya no puedo, cansada.

Y fuera el día se apaga
mientras sueño en la ilusión
de levantarme mañana
sin tristezas en el alma,

el alma cansada,
triste siempre sin razón...

A. López